12 febrero 2009

Strange, but nice.


Nuestros pasos se duelen de su peso
bajo el cielo inflexible que rige la avenida.
No hay comienzo ni término,

sólo un tiempo cegado por la luz,
los pliegues del aire que suben del asfalto.
Si hubiera nubes seríamos sombras.

Jordi Doce


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mujer pedorreta, amasa las cocretas del corazon silueta.

Stalker dijo...

Otra vez la luz sin significar nada. ¡Qué cruz!

Hay que revertir los conceptos y volver a habitarlos, descorcharlos, sacudirlos, remendarlos...

tournesols dijo...

Lucecilla,
ayer la señorita Alejandra Vanessa me dio sus síntomas.

Y aquí los tengo al lado, iluminándome.

*

Esther Cabrales dijo...

quién fuera sombra...