15 septiembre 2010

Las jovencitas Laura Rosal y Luna Miguel.

A la jovencita Jane Austen sólo le salva la presencia de James McAvoy. O así suspiramos. Como suspira Ibrah dormido en mi muslo soñando vete tú a saber qué sobre mi muslo sobre mi muslo sobre mi muslo caliente como las rojas puntas de unos Gauloises baratos. Laura sorbe el afrancesado pitillo como si de un batido se tratara. Mi muslo tiembla con la respiración de él y una Jane Austen rancia y fea, escritora por sorpresa nos dice desde la pantalla plana lo mucho que la literatura tiene de cierto. ¿Qué tiene de cierto? ¿Tiene algo de cierto? ¿Deglute Gauloises Laura? ¿Duerme sobre mi muslo Ibrah? ¿Tengo muslos, tengo piernas, tengo níveos glúteos y el mundo huele a flores? Pobre Jovencita Jane Austen vieja y triste frente al bueno de James McAvoy. Ay. James. Sí, tú. Inspírame una carta. Un movimiento de tinta. Un orgullo y un prejuicio aquí. Ay. Pobre Jane Austen. Y nosotras como dos locas maldiciendo toda la literatura femenina. Quemando los manuales. Esputando sobre la pobre Ajmátova, sobre la pobre Pizarnik. Sobre todos los malditos pájaros y todas las jodidas menstruaciones alcohólicas que los versos nos regalan. Pobre Jane Austen, digo, ¡rechazar un poco de sexo con James McAvoy por una simple novela! Detesto tu biopic. Detesto tu vestido rojo. E Ibrah sobre mi muslo con la boca mojada. E Ibrah que me espera mientras escribo. Porque puedo escribir y amar a la vez. Porque pobre Jane, pequeñita, y luego dicen que a Virginia Woolf la industria del cine le pasó factura. Prefiero Las Horas mil veces (pues adoro Las Horas y a Philip Glass). Y la literatura femenina, dónde se esconde. Y que todas ellas eran raras y estaban locas. Y salvémonos de la pedantería. Y que Hollywood les devuelva lo poco y triste que les quedaba.

11 comentarios:

Griada dijo...

Philip Glass y las Horas...


Hace unos años, cuando volvía a casa después de muchas copas y sin mayoría de edad, tenía la bonita manía de ponerme la película hasta quedarme dormida.

Más claro, agua dijo...

Las jovencitas Laura Rosal y Luna Miguel, con sus respectivas miradas azul y tatuada, con sus Gauloises y sus Ibras, con sus habitaciones separadas, con su piso compartido, con su juventud y su viceversa... Ellas son literatura.

Anónimo dijo...

Madre mía, qué autoreferencial eres... Jay.

Julio Fontán dijo...

Coño, fumar Gauloises porque son baratos me parece feo.
Yo los fumo porque me gustan.
Y tan baratos no son, ¿eh?
(A tomar por culo la poesía, solo interesa la nicotina)

Luna Miguel dijo...

Sí. La ironía autoreferencial y los que no leen más allá de.

El Miope Muñoz dijo...

James McAvo durmiendo.

Martina dijo...

y qué me dices de "todas las jodidas ovulacionies alcohólicas que los versos nos regalan"

Unknown dijo...

"Porque puedo escribir y amar a la vez". Ese sí que es un don, Luna!

Odile dijo...

Yo quiero veros a las dos, a las jovencitas Luna Miguel y Laura Rosal.

Anónimo dijo...

"Cada vez que leo 'Orgullo y Prejuicio' me dan ganas de desenterrarla y golpearla en el cráneo con su propia tibia".

Mark Twain, sobre Jane Austen.

Anónimo dijo...

gracias a Dios por intiresny