29 junio 2012

Layla Martínez: la luz blanca al final del camino rojo.


Soy hermosa como un rastro de orina
Layla Martínez

Al fin he podido leer El libro de la crueldad, el primer poemario de la joven madrileña Layla Martínez, publicado recientemente por LVR Ediciones. No son una sorpresa sus poemas y al mismo tiempo sí lo son. Me explico: su imaginario ya podíamos advertirlo en las imágenes, obsesiones y citas de su blog, pues es una de las autoras del género poético más visibles en la red de un tiempo a esta parte. Sin embargo El libro de la crueldad supone un caos ordenado, una puesta en escena de esas obsesiones y lo que conllevan, sin dejar nunca de lado la reconocible voz de la autora. Una voz cruda, afectada, tremendista... al tiempo que crítica. Su virtud no está tanto en lo lírico como en lo narrativo y no tanto en la metáfora como en la fuerza de sus descripciones. Pero una de las mejores cosas del libro, y esto es lo que termina por convencer al lector, es que es un poemario con historia: con una trama a ratos difusa pero siempre llevadera.

El libro de la crueldad es, en resumen, una especie de circo compuesto por enanos, por retrasados, por niños feos, por niñas obscenas, ciegas, repipis y desnudas, por obsesos y tuertos, por mujeres con rostro de animal... pero también por vírgnes o mártires de sexo femenino que muestran sus celos y su asco sobre el mundo (aquellas que Juan Andrés García Román, en el prólogo, adivina cansadas de parir a los mesías), tengo la carne tan frágil de parir, dice la autora, con ese tono visceral y exhibicionista que la caraceriza. El circo de la crueldad es el libro de la crueldad, o bien, el libro del país dela belleza medusea, en donde todo lo blanco es impuro, lo negro hermoso, el mal olor la delicia, el perfume lo odioso, y el sexo, al igual que la comida grasienta, el único manjar posible para los hombres. El libro de la crueldad se convierte en un catálogo de santas endemoniadas. Una versión sórdida de la preciosa niña Monelle. Una visión esperpéntica de la feminidad. Una definición de lo que para Layla Martínez es la iniciación en el mundo poético. Así lo asume. Así se nos presenta.

La literatura que Layla crea es una literatura que me gusta leer e incluso hacer. Me he sentido muy identificada en algunos aspectos no sólo temáticos, también formales. Su estilo y su voluntad bien podrían estar en la línea que dibujan otras autoras tales como Angélica Liddell, Maite Dono, Olga Novo o Miriam Reyes. La autora se convierte entonces en el fin de un camino poético importante pero que a tantas voces epigonales nos ha traído en los últimos años. No diré que Layla es única en su especie porque su especie es la de las mujeres post-punk, visceralistas y luchadoras, sin embargo diré que su compromiso y propuesta literarios son contundentes y personales, y que hay que leerla con atención y con el estómago bien sujeto entre las manos: pues sólo ella podría rompérnoslo.

Por último añadiré que El libro de la crueldad no es tan cruel como parece. En él la autora se solidariza con todo lo delicado, con esos niños, enfermos o retrasados mentales de los que antes hablábamos, y también con los animales, nuestros hermanos. Además, las palabras malsonantes o sexuales no son sólo un mero recurso efectista sino que están justificadas. La responsabilidad política de este poemario es la de la alianza con los más débiles, algo que, finalmente, nos hará mucho más fuertes.  

Enfermedad y literatura (again): una microentrevista al mago Julián Herbert.



Canción de tumba no ha dejado indiferente a nadie. Su delicada, poética, confesional y estremecedora brutalidad da pie una de las novelas contemporáneas más interesantes escritas en español. Su autor, el mexicano Julián Herbert, visitó nuestro país durante la Feria del Libro de Madrid y nos dio a todos estupendas lecciones de humor y de literatura.  En esta ocasión he querido hacerle unas preguntitas sobre su/mi tema predilecto. El único tema. O qué:

LM: ¿Son la enfermedad y la adicción parte del mismo tema literario?
JH: Sí, ¿no?... Como lo son el accidente y la voluntad para el pensamiento ilustrado o el destino y el albedrío dentro de la tragedia clásica.

LM: ¿Se puede, entonces, ser adicto a la enfermedad?
JH: Claro. Está la hipocondría, pero esa es lectura fácil. Quizá los mejores testimonios acerca de la enfermedad como adicción son La montaña mágicaMuerte en Venecia y Doctor Faustus, de Mann. Yo creo que la enfermedad es a la salud lo que la locura a la razón: un paso en dirección a la lucidez verdadera.

LM: ¿Cuáles son para ti los tres autores de la enfermedad? ¿Y las tres enfermedades de los escritores?
JH: Thomas Mann y otros dos que no he leído aún. Las tres enfermedades preferidas de los escritores son mentales: cleptomanía gramatical, mitomanía erótica y dipsomanía funesta.

LM: ¿Existe una posible cura? Y si es así ¿la necesitamos?
JH: No sé. Yo diría que la enfermedad es la cura. No hay otra cura que el desengaño.

25 junio 2012

Habitáculo sudor habitáculo.

Deshazte de esa juventud
que te inunda el corazón
hasta llegar al pelo y a la boca;
toma el lugar de la tumba,
di la verdad del hueso.
Aleja esa juventud,
esa joya en la cabeza
esa respiración metálica;
camina con los muertos
ya que tienes miedo de la muerte.
Philip Larkin

La edición de El barco del norte de Philip Larkin está completamente subrayada por mi padre. No sé cuándo lo leyó ni me he molestado en mirar de qué año es el libro. Me preocupó más este hermoso poema que comenzaba con una errata "desazte" en el primer verso, en cuyo margen él anotó suavemente una pequeña "h". 

22 junio 2012

Puta locura.

Alvy se fue porque es un pupas.

Mano Playmobil.

Ibrah pincha buena mierda rapera de las suyas. Muy IBHouse. Viejos tiempos, etc.

Pongo Metronomy de amor. 

Ben no sabe pinchar. Me duelen aún los oídos. 

Haters gonna hate. 

20 junio 2012

Antibiótico.


tu caja de anticonceptivos
donde la muerte es una idea
Agustín Fernández Mallo

Antibiótico (Visor, 2012) de Agustín Fernández Mallo es un poema en actos. Un poema largo. Épico. Una oda a la singularidad y a los recuerdos así como un homenaje al ser humano, sus enfermedades, sus orígenes y sus manías. La poesía de Agustín siempre me ha llamado la atención pero en Antibiótico el texto supera todas las expectativas. Habrá quienes sean reacios a las ideas aquí vertidas, o, más bien, a la forma en que han sido vertidas (las fórmulas, la simbología, las citas... esa pequeña forma de ilustrar cada idea, tan característica de su obra). Sin embargo desde aquí quiero defender este poema largo. Este canto a la belleza de nuestra sociedad moderna. Este escudo contra la muerte: bandeja de la esperanza.  

19 junio 2012

Leer poesía... pero también comprarla.


Me pareció muy interesante el artículo que Gonzalo Torné publicó ayer en ElSindicato a propósito de la edición independiente en España, y particularmente de la edición de poesía. Supongo que en este punto, cuando hablamos de edición de poesía... lo de “independiente” va muy relacionado, pues, puestos a pensar, las colecciones poéticas de Lumen y Tusquets (pertenecientes a editoriales “más grandes” tienen tanto de marginales como DVD, Visor, Bartleby... o incluso, qué sé yo, El Gaviero Ediciones. Si las cifras de venta de narrativa son sorprendentes, de las de poesía mejor ni hablar... pero no es el sólo el número de ejemplares vendidos lo que otorga a la poesía su marginalidad, también hay algo en el “continente” que me da esa impresión.

Estaremos de acuerdo en que Lumen, Tusquets y Pre-Textos hacen libros preciosos, pero también estaremos de acuerdo en que DVD, Visor e Hiperión son a las tres anteriores lo que, no sé, Debolsillo a Literatura Mondadori -hablo de formato no del trabajo que hay detrás-. Lo que quiero decir a modo de respuesta a Torné es que efectivamente editoriales como DVD optaban por un diseño sencillo y funcional, y además barato y asequible. Si no fuera por este modelo de edición las estanterías de un “iniciado” estarían vacías como lo estarían las de quienes no alcanzaran a comprarse otra cosa que no fuera un Compactos de Anagrama ¿será por eso que todos, en la adolescencia, comenzamos leyendo Anagrama...? ¿Será el precio y no el catálogo? No, no lo creo, sólo estoy exagerando. Sin embargo hay que pensar en esto. En esto y en por qué las editoriales de poesía no dejan de surgir en nuestro país. Sé que existirán más editoriales dedicadas a la narrativa que a la poesía, pero dado el nivel de ventas ¿qué hacemos aumentando de manera tan fuerte el modelo de producción? Han sido muchas las que han intentado imitar a DVD, a Visor y a Hiperión, pero eso es imposible porque, como más o menos señalaba Torné, los buenos editores escasean, y si algo me da pena de la desaparición de DVD Ediciones (como autora y, por encima de todo, como lectora), es que muchas personas aún no han comprendido el importante papel que esta editorial ha realizado durante tantos años.

Sin DVD (larga vida y amor, mucho amor a Sergio Gaspar, apunto), con un Hiperión muy aburrido desde hace un tiempo y un Visor al que parece que le faltan ideas... (en los dos casos, salvo excepciones), la pregunta es ¿hacia dónde va la edición de poesía en nuestro país? Más allá de las tres reinas (Lumen, Tusquets, Pre-Textos) quedan La Bella Varsovia, Calambur, El Gaviero Ediciones, El Cangrejo Pistolero y otras tantas, sí, pero sus catálogos aún son pequeños y su nivel atrevimiento o posibilidad de investigar en el terreno de la poesía escrita en el extranjero aún es pobre. ¿Qué papel va a tener aquí la edición digital? ¿Serán los grandes sellos o los pequeños los que primero se lancen a esta aventura? ¿Serán más reacios los lectores o los propios poetas? ¿No es tiene libro de poemas clásico -aquel que se compone de entre 30 y 80 páginas- el tamaño perfecto y deseable para ser vendido como e-book? ¿Si un libro de poesía costara sólo 1'49... la poesía la compraría más gente? Hay demasiadas preguntas que no puedo contestar pero que es necesario plantearse. Ahí lo dejo. A ver qué pasa.  

17 junio 2012

Las lágrimas de Vanity Dust.

Sonar, junio 2012,
para VD

El cansancio se soporta sólo con más cansancio. Hay músculos que se estiran en la inercia, en el ritmo interminable de los ojos o la saliva, hay hombres con el rostro encendido, púrpura, rojizo, lagrimoso por la emoción que conlleva saberse en el aquel lugar. No se precisa lo veloz, quizá sí la agilidad prometida por Velasco en aquel poema festivo de los veintiún años. Cuántas veces amanecimos juntos y a qué volumen. Vanity Dust llora en el minuto uno de la quinta sinfonía de Laurent Garnier. El cansancio se soporta sólo con más cansancio. El amor se soporta sólo con un poco más de fuego.  

15 junio 2012

Hold beauty.


Estás solo, lo mismo.
Yo no toco tu vida, tu soledad, tu frente.
Soy para ti como otra oscuridad, otra noche,
anticipo de muerte,
lo que en el día frío el hombre espera, aguarda,
y llega y él se entrega a la noche, a una boca,
y el olvido total lo ciega y lo anonada.

Sin límites, la noche,
pura, despierta, sola,
solícita al amor, ángel de todo gesto...

Estás solo, lo mismo.
Ebrio, lúcido, azul, olvidado del alma,
concédete a la hora. 
Idea Vilariño

14 junio 2012

"La otra" como género literario: un poco de educación sentimental.

1. "Todos conocéis la historia de la otra mujer" es el título de un poema de Anne Sexton. La otra es ella. O la otra es otra. O ser la otra es ser una misma. Reconocerse no en los ojos. Reconocerse en el agujero caliente: todos conocéis la historia del otro agujero (se me ocurre).

2. Pero no hay más hombre para mí... dice Kolmar. Todos se han hundido a mi paso, como un riachuelo que la tierra se bebió

3. El poema de Tsvétaieva. ¿Os he hablado de ese poema? Sí, os he hablado. Ese poema es quizá El poema. No lo sé. Quizá. Quizá por él me dejo llevar. Quizá este poema conforme el 100% de mi educación sentimental. No sé. Este es El poema: 

¿Cómo te va la vida con otra?
Más fácil, ¿verdad? Golpe de remo. ¿Cuándo -¿pronto?- por un puente seguro se alejó de ti el recuerdo

de mí, una isla que flota?
(En el cielo, no en el agua.) Almas. No amantes,
sino hermanas son nuestras almas.

¿Cómo te va junto a una simple mujer? ¿Sin divinidad alguna? Tras haber derrocado a tu reina (tú mismo privado del trono),

¿cómo vives?, ¿te preocupas?,
¿te enfadas? ¿Cómo estás allevantarte? Con ésa que te ha atado al cuello
su tributo inmortal, el tedio, ¿cómo te va,

pobrecito mío? "-Estoy harto de convulsiones, de dolor: voy a agenciarme un hogar." ¿Cómo te va con cualquiera,
a ti, que fuiste elegido por mí?

¿Es la comida más comestible?
y si te cansa, mala suerte.
¿Cómo puedes vivir con un idolillo, tú, digno antes del Sinaí?

¿Cómo vives con ésa, tan distinta a nosotros? ¿Una extranjera, costilla de tu pecho?
¿ La vergüenza, ese azote de Zeus,
aún no te ha herido la frente?

¿Cómo te va la vida? ¿Estás sano? Y las musas, ¿te llaman aún a veces? Y la dicha,
¿se hace ver? ¿Alguna vez? ¿Y esa llaga inmortal -la conciencia- qué, mi pobre?

¿Cómo vives con un producto
del mercado? ¿Pesa mucho?
Tras el mármol de Carrara,
¿cómo te va con una prótesis de yeso?

Del mismo bloque tallamos a Dios, para romperIo acto seguido.
¿ Va bien una cienmilésima,
para ti, que conociste a Lilit?

¿ Estás ya harto de esa mercadería novedosa? Cansado de mi magia, ¿cómo te va con una mujer terrestre que carece de sextos

sentidos?
Venga, con franqueza, ¿sois felices? ¿No? ¿Cómo se vive en un abismo sin profundidad amor mío? Cuesta, ¿verdad?
¿Te cuesta tanto como a mí con otro?

4. Un momento... un momento, que voy a respirar...

5. "La otra" es un poema de Sylvia Plath. El otro día me pasó que abrí su Poesía completa y allí lo encontré. Pero es que abrí el libro por otra página y había "otra". Pero es que siempre. Siempre. Por cualquier página había "otra". ¿Su yo atormentado? ¿La amante de Ted? ¿Su fantasma? ¿La otra es Sylvia Plath? Cuántos fantasmas. 

6. Pienso en los poemas sobre los celos de Amalia Bautista, evocan crueldad.

7. Pienso en un género que no es otra cosa sino El género. (Existe El género, El poema, existe todo eso...).

8. No es cursi la poesía femenina. Los nombres que cito son tópicos sí. Pero no es tópica la poesía femenina si es que existe y si es que es femenina. No las leemos porque sean suicidas. Odio la superficialidad de los ojos que a veces las miran.

9. Los celos son un tema recurrente en la literatura pero hace dos días leí a Anne Carson. La belleza del marido (Lumen, 2003) posiblemente sea uno de los libros más desgarradores que he leído en bastante tiempo. Esa manera de mezclar lo narrativo y lo lírico, ese modo de entrelazar conversación y pensamiento, esa frialdad a la hora de describir los sentimientos. Los celos pueden provocar resentimiento. No me gusta la poesía excesivamente resentida o quejumbrosa (la creo ridícula), tampoco que gusta la poesía de amor incondicional (el amor pacta condiciones). Por eso asumo La belleza del marido como una parte más de esta pequeña antología que voy creando en mi mente. Por eso me solidarizo con el dolor de lo que leo y me congelo con la pulcritud de la autora a la hora de hablar de sexo. Pensar en "la otra" como una igual. Pensar en "el marido" como una pieza que se desprende inevitablemente. El marido es un niño. El marido es un niño que se va de casa cuando ya ha aprendido suficiente (lo suficiente como para abandonar a una por otra, etc). Carson es una simple espectadora de su propia historia. Sabe medir las distancias. Su educación sentimental es una buena educación sentimental. Sus entrañas recuerdan a las de Marina. Su "tentativa de celos" es mínima. Madura. Suficiente. 

10. Los maridos son como las sirenas clásicas. Los maridos son como el canto de las sirenas. Los maridos son, bajo el agua, la belleza de las sirenas. Los maridos son bellos y por eso los amamos, dice Anne Carson.  Y además nos aconseja, contra todo pronóstico, algo casi imposible. (¿Por qué no intentarlo?). Nos dice:

Este es mi consejo,
retén.

Retén la belleza. 

12 junio 2012

Dos noches sin pijama: puto tren.

Ida y vuelta. Madrid en 24 horas. Quiero aprobar esta asignatura tediosa del demonio y la vida será mejor. Madrid en 24 horas. 70 euros acumulados dentro dentro dentro de dónde. Leer a Anne Carson en La belleza del marido y darse cuenta de que hay un género literario fantástico latente entre las mujeres del verso (el género de "La Otra"): Anne Carson, por supuesto, Sylvia Plath, Anne Sexton, Marina Tsvetáieva. El maldito sexo de los hombres, que diría Maite Dono. El maldito sexo de los hombres porque su poesía es la del animal abandonado, frío y casi nada celoso: irremediable decisión la de esos tontos. Tontísimos. Abismo/profundidad. Ida y vuelta. Estaré sola 24 horas y os hablaré del coste de oportunidades: ellas renunciaron al hombre, pero aceptaron la poesía. Y ni siquiera eso. No. Renunciaron al hombre y aceptaron la brillantez. Sí. Eso sí. La brillantez. 

10 junio 2012

Lo de ayer.



***
Lo de ayer era aquel verso de Whitman premonitorio tan premonitorio él en la hierba pero yo ya había fotografiado a los árboles ayer ayer, lo de ayer no era esto, era lo otro, comer cucarachas sin haberlas matado lo de ayer era el gato en la ducha otra vez la rambla una gaviota muerta un espejo sin fondo un documental sobre mininos y no tener dinero no tener dinero no tener dinero hemos comprado pizza. Zzza Zzza mosquita tta tta, lo de ayer era un canto a Europa y Whitman dándolo todo ahí hahaha, hahaha, hahaha, el camello del barrio me ha dicho: quédate embarazada no tener dinero los niños siguen vivos los niños siguen Whitman, mierda. Qué poeta decía eso.Qué. 

***
Hay niños cantando y eso me asusta nos prometieron que todo iría bien y aquí todo va bien y eso me asusta pero ya no sé con qué conformarme huele a lavanda vomito su pelo.

***
El coste de oportunidad era sentirse delgado ignorar las estrías teníamos los sexos desnudos me tiraba del pelo fuerte fuerte hijo de puta y había un poema de una uruguaya algo muy raro algo terrible sobre los pollos muertos te imaginas sacrificar a la mascota por una peseta volvamos a la peseta volvamos a la infancia volvamos puto delirio.

09 junio 2012

Un poco de alcohol, un poco de libro, un poco de gato.

Pronto tomaré un tren nocturno hacia la nada. La nada nocturna, preciso. La nada nocturna y felina, preciso. La nada nocturna y felina y cruel y llena de manchas, pre... ¿pero sabéis que se me están borrando las manchas? A dónde irán. Ahora. A dónde van las manchas. Hacia la nada en un tren nocturno. Dormir con desconocidos. Ser desconocida (para ellos). Ser una mancha (en el paisaje). Os lo preguntaré una vez más ¿sangrará mi gato? Os lo preguntaré por primera vez ¿importa? Os diré que lo he escrito: lo he escrito. ¿El qué? Lo de los gatos. Yo ya no como gatos ¿sabéis? Ya no como gatos. 

08 junio 2012

Resumen de los últimos días: picaduras y daños.



1. La Universidad me enseñó a ser autodidacta. Fue una gran enseñanza, sí, pero pagué demasiado. Y eso que aún quedan cuentas pendientes. No me dejan acabar. No sé acabar.
2. Mi futuro es incierto pero sé que estoy aquí.
3. No iremos al Sónar. Somos pobres y tenemos responsabilidades. Recuerdo entonces ese poema de Gertud Kolmar:
Hoy estoy enferma, sólo hoy. Mañana estoy curada.
Hoy soy pobre, sólo hoy. Mañana soy rica.
Pero un día me quedaré para siempre así, 
envuelta, tiritando de frío en un oscuro chal, la garganta tosiendo, carraspeando,
arrastraré los pies con esfuerzo y pondré las manos huesudas ante la estufa de cerámica.
Entonces seré vieja.
Mis cabellos, sombrías alas de mirlo, son grises,
mis labios, flores secas cubiertas de polvo,
y nada sabe mi cuerpo de las cascadas y saltos de las rojas fuentes de la sangre.
Muerta, quizá,
mucho antes de mi muerte. 
[...}
4. Me gustan las poetas que dicen "mis cabellos". Eso pensé mientras hacía el examen que luego suspendí. Maldita sea. Mis cabellos. Quizá porque los míos son feos. O eso pensé mientras hacía las maletas para volver a casa después de dos semanas terribles en Madrid.
5. No sé gestionar mis relaciones. No sé cocinar. No sé estudiar. No sé.
6. Hemos comprado trampas para cucarachas y miles de inciensos contra los mosquitos. En Facebook lo dije y aquí lo repito: si los insectos supieran la importancia que les otorgamos. Y todo para evitar un simple picor. A mí me comen. A mí me comen entera. Cuánto los detesto.
7. Escribí un poema largo en donde alguien me mataba.
8. Me está gustando el poemario de Agustín Fernández Mallo.
9. Releí poesía griega. Arquíloco es una suerte de Cioran antiguo y Miguel Noguera es el filósofo cuyas enseñanzas he de seguir. 
10. Ayer gastamos dos condones. Había sangre por todas partes. Pienso en el poema Period sex de Kendra Grant Malone.
11. Quiero leer otra vez a Anne Carson. A Idea Vilariño. A Olga Orozco. Pronto me llegarán sus libros. Espero. Quiero. Su sangre para mí. 
12. La antología en papel de Sangrientas saldrá pronto. Preparar este libro me ha permitido intercambiar emails con algunos de mis ídolos literarios. No quepo en mí de sangre o de felicidad.
13. Detesto la sangre.
14. Cuando todo huele a sangre.
15. Cuando todo puede hacer daño.
16. Cuando todo puede caer: el país, el trabajo, el gato desde la silla al suelo y pum
17. La Rambla del Raval es entera morada y eso me gusta porque el aire parece puro aunque huela a carne.
18. Detesto la carne.
19. Cuando todo sabe a verano.
20. Cuando no tenemos nada, ni siquiera tiempo, ni siquiera ganas para comenzar un viaje. 

07 junio 2012

Líquido sudor helado o dos comienzos de dos libros dos citas de sudor que caen.

Mina Milk
Asumirse como océano donde pueden acontecer grandes olas
Julieta Valero

la esperanza cóncava que se forma
al mear sobre la nieve
Agustín Fernández Mallo

Afortunado él que me tiene a mí con esta sangre dulce de vino seco y dulce me tiene a mí él soy suya y me tiene aquí. Afortunado: mi sangre dulce y que ni un mosquito más ni uno vuelva a alimentarse de su piel. Para eso sirvo. Para sudar. Para ceder la piel. Para temer el hielo...

O ser la gota que colma el dicho. 

04 junio 2012

Relectura: un maldito yo.

Llorar de admiración, -única excusa de este universo, puesto que necesita una.
Cioran

Recupero al Cioran de mis diecisiete años y comprendo lo que no comprendía, descomprendiendo lo que comprendí y ajustándome a las nuevas sensaciones que el autor me regala. Recupero al autor de las atormentadas o perplejas o desesperantes sentencias universales. Su yo es un yo quejica y prepotente que deslumbra en la humildad de su falsa humildad. Por qué nos escupe. Por qué nos envenena. Por qué lo leí en mi adolescencia y por qué ahora vuelve tan áspero. Su amargura es la medicina perfecta. Su depresión  las  lágrimas que admiran. Aquí la poesía no cabe, puesto que se desprecia. 

03 junio 2012

Hahaha.


Somos huérfanos de lo sublime
Julián Herbert

Aprendimos a amar a los frigoríficos repletos de brazos o vísceras. Aprendimos masticando los jugosos pedazos de miedo: aquello era el lujo, aquello el correcto sí. Aquello la vida y que todavía estemos vivos me tranquiliza y me abruma porque han venido a rescatarnos, ¿ves?, han venido los románticos clásicos a rescatarnos: empeñados en hacer cosas que duelen, gestos que molestan, sexos impúdicos rociándonos con grasa (¿soy yo la que se sorprende a sí misma metiéndose un bote de champú por el orificio vaginal a modo de imitación de un jugoso pedazo de...?) Hahaha. No estamos hablando de lo mismo. Para nada estamos hablando de lo mismo. Se trata de la soledad. ¿Sabes? Estoy muy animada y me olvidé de conjugar. Me acuerdo de cuando seré vieja. Me acuerdo de cuando sea abuela y diga: come vísceras come vísceras come vísceras. Aprendimos a amar en un país mediocre. Aprendimos a amar mediocres mentes mediocres. Aprendimos a que alguien, siempre alguien viniera a rescatarnos. ¿Imagináis a la Unión Europea pidiendo a los poetas “dejad que os salvemos, sois tan pobres, es tan penosa vuestra palabra, dejad ya que os salvemos”? Hahaha. Abro entonces el orificio como quien abre el mundo. Abro el frigorífico y asisto a esa matanza o grito para que alguien me tire ¡por favor que alguien lo tire! O grito para que alguien me lance un trozo de fruta. Así hablaba el pobre de los harapos. Así hablaba el vivo. El abrumado. El vejo moribundo de Chamberí. Así me empeño en el dolor. Ya basta de sentimentalidades. Ya basta de mapamundis. Ya basta de sangre sucia. Ya basta.  

02 junio 2012

Dicen ¿por qué lees "tanto"? Pues para curarme esta merde, que diría Proust.


Fortuny
Como hice el año pasado, en este mes de junio también os mostraré un balance de lo que han sido hasta ahora mis mejores lecturas de lo que llevamos de 2012. A finales de año elegiré veinte títulos (diez de poesía y diez de narrativa) y ahora sólo diez, mezclando ambos géneros. Mi propósito no es otro que el de ordenar mis lecturas sin sentido y con sentido, así como el de recomendaros a vosotros algunos de los que considero los mejores libros de estos últimos meses para que si os interesan os podáis acercar a la Feria del Libro de Madrid a buscarlos. He hablado de casi todos ellos, o he citado algunos de sus textos. Otros los he reseñado para Go Mag o para H Magazine. Aquí os dejo los títulos y algún que otro link. Hablaré brevemente de los que no hice reseña. Qué corto se hizo hasta ahora 2012 y qué difíciles y tristes han sido los últimos meses en esta casa. Pero no quiero deprimiros más (para eso ya están mis posts habituales), lo que quiero es celebrar el tiempo que hemos pasado leyendo, el que nos queda y el que disfrutaremos. [Ojo: sé lo que vais a decir ¡Fresy cool! Pues sí. Fresy cool. Qué pasa.]

Narrativa
  1. Memphis Underground, de Stewart Home (Alpha Decay)
    [Posiblemente Stewart Home se haya convertido en el autor preferido de mucha gente desde que Alpha Decay lo publicara hace unos meses, puesto que ha sido el verdadero descubrimiento del año. A la mierda Irvine Welsh, dije yo.]

  2. Maternidad imposible, de Irene Vilar (Lengua de Trapo)
    [Lo terminé hace muy poco y pasó a ser esencial para mí. Lo hablaba el otro día con Carlos Pardo en la fiesta de Random y estuvimos de acuerdo con que es una de las mejores novelistas vivas que existen. Muy bien por este fichaje, Lengua de Trapo. Ojalá se venda mucho y ojalá lo leáis muchísimo. Merece la pena.]

  3. Aprender a rezar en la era de la técnica de Gonçalo M. Tavares (Mondadori)
    [Una delicia de libro, como explico en la reseña, que además trata mi tema literario predilecto. No puedo decir más de lo que ya he dicho.]

  4. La jungla, de Upton Sinclair (Capitán Swing)
    [Un libro de combate de una editorial de combate. Gracias a La jungla me reafirmé en mi vegetarianismo, que también cumple casi siete meses. Es muy bestia y lo vais a flipar.]

  5. Fresy cool, de Antonio J. Rodriguez (Mondadori)
    [No he reseñado este libro pero en mi blog hay más información de él que en la propia novela, o algo así, porque me emociona. Porque amo al autor por encima de todo.]



Poesía
  1. Bajo la tierra, de Jirí Orten (Salto de Página)
    [En el link la reseña de este niño loco y esencial para nuestras estanterías poéticas de autores precoces.]

  2. Lo solo del animal, de Olvido García Valdés (Tusquets)
    [Para los amantes de la poesía de Valdés este libro es un regalo exquisito acerca de la naturaleza y del poeta como observador de esta. El poeta quiere ser animal y posiblemente Olvido consiga convertirse en un bello ciervo.]

  3. Poesía última del amor y la enfermedad, de Lois Pereiro (Libros del Silencio)
    [La reseña o breve nota de lectura que hice de este libro tuvo polémica. Poco importa ahora pues lo que quedó fue su lectura. Cada vez estoy más convencida de que las letas gallegas son otro mundo y de que allí los poetas no son tanto los poetas como los "mejores poetas".]

  4. En este lugar, de Unai Velasco (Papel de fumar)
    [Primer e impresionante poemario de quien podría ser el poeta más original de mi generación. Un libro difícil pero lleno de hallazgos. Al fin entre nosotros su voz. Y en el link, una entrevista de hace un tiempo...]

  5. La camada feroz, de Begoña Callejón (Amargord) 
    [Este poemario me recuerda a la poesía de Juan Andrés García Román, lo que quiere decir que el poemario tiene que ser bueno. Muy bueno. Una especie de diccionario de rostros y personajes suicidas que han marcado la vida y el frío de la poeta. Y yo es que soy muy fan de Begoña. En el link os enseño un poema antiguo de un antiguo libro.]

Vuelvo a estar aquí sola (donde el calor del alma, Pizarnik y el sexo vacío).




Todo mal.