04 febrero 2014

Resumen de la semana loca (otra vez, y otra).

 
Abrimos la semana con El año de las escritoras y el proyecto #ReadWomen2014. Ese día llegan a mis manos los nombres de Angot y Pozzi. La primera escribe sobre un largo sexo. La segunda dedica una larga carta de amor. Abrimos la semana con ellas porque ellas protagonizarán estos meses. Al fin. Con la naturalizad y la fuerza que la iniciativa merece.

Llega Tao Lin a Barcelona y vamos todos juntos a la presentación. Es breve. Tao parece incómodo y tiene ganas de descansar. Me gusta lo que dice de Paul. Me gusta reencontrarme con Laura y Lucía. Hablamos de bragas. O eso ya lo dije. Mahala hace las fotos para la revista. Luego bebemos.

El martes se sucede demasiado rápido. Eudald y Roger nos ven comer nachos de manera enfurecida. Hemos bebido y tenemos sueño. Al día siguiente, Madriz. Tirso. Una especie de Pleo y una especie de Lola vuelven a surgir de nosotros. Hemos viajado y tenemos sueño, pero escribimos.

La presentación de Taipéi en La Casa Encendida es mucho mejor que la de Barcelona. Se nota que Ana S. Pareja y Tao Lin llevan días juntos y han hablado de muchos temas (lo generacional, el yo, la prisa por publicar, la obsesión por la juventud, la edición independiente, etcétera). Luego nos pasamos por la presentación de Elvira Navarro, aunque no llegamos a tiempo. En Tipos infames no encuentro a nadie (probablemente) menor de 30 años. Madriz y Barcelona están mal repartidas. Allí muchas canas. Aquí mucha hormona loca. Después la cena. La tortilla. Tao come pato. La mozzarella. Bebemos.

Modero la mesa de jóvenes escritores. Es jueves y vienen a vernos unas 15 personas. Todos asentían. Todos preguntaron. Todos parecían jóvenes escritores o al menos estaban fuertemente interesados en la Literatura de hoy. Nosotros dijimos qué nos gusta y qué no de la Alt Lit. Qué nos gusta y qué no de la literatura actual en España. Qué nos conmueve y qué no del arte en Internet. Qué nos confunde y qué no del panorama. Etcétera. Una bloguera muy maja escribió algo a propósito. Ella lo cuenta mejor que yo. Después Irene, María, Sandra, Carlos, Ibrah y yo nos fuimos de cañas. Acabamos en los peores sitios. O en el mejor. Simpatía Latina II estaba reformado. O algo así. Tomamos Mamajuana como en los viejos tiempos. Pensé en la Puerta de Toledo Crew y me morí de pena. Así que tomé otro Mamajuana y asistimos a la locura de una noche que acabó divertidísima. 

Nunca más.

Este es el libro de Carlos González Fuertes. Deberíais comprarlo aquí.

El viernes presenté La tumba del marinero con Peio H. Riaño y Elena Medel. Me hizo mucha ilusión conocer a algunos de mis amigos y lectores de Madrid. Como a Leonor Saro. Y también reencontrarme con Elisabeth Falomir, Alex Morellón, Luis Magrinyà, Cristian Piné, Natalia Carrero, Paz Cornejo, Elena Ramírez o Paloma Castro. Leí Museo de Cánceres en voz alta y casi me quedo sin aire. Menos mal que estaba mi suegra. Me dio una botella de agua. Bebí. El agua. Bebí. La cerveza. Luego nos encontramos con unos poetas mayores. Pero no nos gustan los poetas a esas horas de la noche. Así que nos marchamos.

El sábado visité a la familia. El domingo salió esto en El País Semanal, la foto es de hace casi tres años. Afortunadamente me dejaron cambiar las respuestas. Cómo ha cambiado todo. Creo. Cuánto habré bebido desde entonces. 

1 comentario:

C.G.F. dijo...

Comprad 'Un viaje de estudios': una novela que te abre la creta.