09 enero 2015

Ayer no podía dormir por culpa de Max Blecher.


Todas mis palabras están en una bandeja. Algunas huelen a comida para bebés porque son blandas y no dicen nada. Otras tienen la consistencia de un puñetazo o bien, quizá, de un sueño erecto. Me gusta pensar que voy a comérmelas todas, me gusta pensar que voy a pronunciarlas todas para ti. Veo sólo pornografía subtitulada en mexicano, bebo avellanas machacadas en un vaso de plástico, saco brillo a mis dientes feos con un enjuague de aloe y espero paciente a que el vientre me de permiso para reproducirme. En la pantalla un mensaje de Caterina me recuerda que aún puedo ser útil. En la pantalla el miedo me está dejando fría, muy fría, muy… A quién estoy hablando. De qué me sirve todo esto. Todas mis palabras están en una bandeja. Si espero mucho cantarlas, se me van a pudrir.  

4 comentarios:

Nur Costa dijo...

A mí me pasó con The Driver's Seat ayer... Pensé que debía terminar la lectura para poder dormir. Pero Spark me mantuvo intrigada con toda la historia de Lise.

Hombre de arena dijo...

"Je me déclare en état de guerre totale".

F.Zorn

Hombre de arena dijo...

Hoy no podia dormir por culpa de L.M.

Hombre de arena dijo...

"La vida es dura, amarga y pesa y ya no hay princesa que cantar"
Ruben Dario

(escuchando a Paco Ibanez)